Mahmud El Haisan, periodista saharaui, fue detenido el día 4 de julio de 2014, después de realizar un reportaje para la RASD TV, el día 30 junio, en el que se mostraba a saharauis celebrando y manifestándose en las calles de El Aaiún (Sáhara Occidental ocupado ilegalmente por Marruecos) gritando palabras de expresando su / coreando eslóganes de apoyo a la selección argelina después de su clasificación para octavos de final del Mundial de Brasil. Las autoridades marroquíes atacaron de forma salvaje a la población saharaui esa noche, golpeando y maltratando a jóvenes que llevaban la camiseta de la selección de Argelia, incluso golpearon a un niño de 4 años.

Después de su detención delante de su casa, El Haisan estuvo dos días en paradero desconocido y fue torturado varias veces. Ha presentado queja ante las autoridades marroquíes y en la CNDH (Consejo Nacional de Derechos Humanos Marroquí), su situación también ha sido denunciada por varias ONG’s internacionales.

El pasado día 3 de diciembre 2014, Mahmud El Haisan, fue condenado a 18 meses de prisión por el Tribunal de Apelación de El Aaiún. En el juicio, fue declarado culpable de “pertenencia a banda armada”, “obstrucción de vía pública”, “asalto a funcionarios en el desempeño de sus funciones” y “causar daños a la propiedad pública”, estas acusaciones son las utilizadas en casi todos los juicios de presos políticos saharauis y la única “prueba” son las confesiones obtenidas bajo tortura. El Haisan pidió un examen médico para comprobar que fue víctima de tortura, que le fue denegado.

Mahmud El Haisan es uno de los mas de 50 presos políticos saharauis que sufren a diario la injusticia de un encarcelamiento ilegal y de malos tratos y torturas. La comunidad internacional sigue silenciosa y cómplice de la ocupación ilegal de Sáhara Occidental, última colonia de África, con 48 resoluciones aprobadas por la Asamblea General de las Naciones Unidas en los últimos 50 años, sin que ninguna fuera implementada.
El Haisan es periodista pero no hay ningún movimiento solidario por parte de periodistas y sus organizaciones internacionales. Es un periodista privado de su derecho de expresión, encarcelado por denunciar la verdad, y condenado no sólo a prisión por el Reino de Marruecos, además está condenado al olvido por la mayoría / mayor parte de la comunidad internacional.

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