Hassana Aalia, un joven de 26 años, fue uno de los miembros fundadores del Equipo Medio, grupos de jóvenes periodistas y reporteros de imágenes que trabajan clandestinamente en los territorios ocupados del Sáhara Occidental y que arriesgan sus vidas para romper el silencio mediático y para hacer llegar a las imágenes al extranjero de las graves violaciones de los derechos humanos que los saharauis sufren diariamente. Aalia es también miembro de la ASVDH (Asociación Saharaui de Víctimas de Derechos Humanos) que es conocida internacionalmente.

 En octubre de 2010 más de 20.000 saharauis salieron al desierto en las afueras de El Aaiún, capital del Sáhara ocupado, y luego establecerán sus Jaimas y se quedaron un mes protestando pacíficamente por sus derechos. Noam Chomsky llama Gdeim Izik (campamento de la dignidad), el inicio de la primavera árabe.

 El 8 de noviembre a las seis de la madrugada las autoridades marroquíes desmantelaron el campamento violentamente sin respectar  niños, ancianos, discapacitados, mujeres y hombres. Hassanna recordó este día: “Cuándo fue el desmantelamiento yo estaba dormido, fue por las seis, escuché helicópteros y vi muchas luces, pensé que estaba soñando, pero al final se convirtió en una pesadilla ..”

 Cuando pudo llegar a El Aaiún tuvo que esconderse, así como muchos otros saharauis y algunos extranjeros que estaban en el campamento. Pasó dos meses en la clandestinidad hasta que fue detenido. Fue detenido durante tres días y fue torturado en una habitación llena de sangre, los agentes le dijeron que era la sangre de sus compañeros.

 Hassanna Aalia fue condenado a cuatro meses de sentencia suspendida y pasados algunos meses fue estudiar en País Vasco, ya que había recibido una beca. Salió y entró en el país legalmente y sin problemas varias veces hasta 2012.

 En noviembre de 2012 estaba en España cuando se enteró de que tenía una orden de búsqueda y captura y en febrero de 2013 fue juzgado (en ausencia) y condenado a cadena perpetua. Los abogados pensaban que era imposible ser juzgado de nuevo con los mismos cargos, sin estar presente y en un tribunal militar.

 En este juicio celebrado en el tribunal militar de Rabat, 25 activistas saharauis de derechos humanos fueron condenados a 20 años a cadena perpetua acusados de pertenecer a un grupo criminal, la violencia contra las autoridades, la injerencia en la seguridad interior y exterior del Reino y la mutilación cadáveres.

Durante el juicio no hubo pruebas para confirmar la culpabilidad de ninguno de los acusados. Todos presentaran signos evidentes de tortura extrema y exigieron examen médico que les fue negado, los testigos de cargo fueron desestimados por el fiscal general del rey una vez que no contribuyen en modo alguno para confirmar los cargos.

 En opinión de los observadores internacionales presentes y los informes publicados, este juicio es nulo de pleno derecho. Todo el proceso está contaminado desde el secuestro / detención de los acusados, las torturas a las que fueron sometidos, malos tratos y las violaciones que sufrieron, culminando en un juicio en el que no fueran presentes ni evidencias, ni testimonios fiables, violando  la convención de Ginebra y la constitución marroquí.

 Fue un juicio político, lo que obligó Hassanna Aalia a buscar asilo político en España. El 19 de enero se le informó que tenía 15 días hasta que es expulsado del país. Su destino, si no es aceptado su recurso, es lo mismo de las decenas de presos políticos saharauis, malos tratos a diario, la tortura, el hambre, la falta de atención médica y la humillación constante.

 Adala UK lamenta que el gobierno de España una vez mas da la espalda a el pueblo saharaui. Hassanna Aalia solo tuve que pedir asilo político a España porque el Gobierno español sigue a no honrar sus compromisos con el pueblo saharaui, no cumpliendo su papel de potencia administrativa ni cumpliendo con las resoluciones de las Naciones Unidas. La traición de el Estado español para con el pueblo Saharaui es la causa directa de todo el sufrimiento de este pueblo que fue vendido por España a Marruecos como se tratara de una cualquier mercancía.

 Adala UK pide al gobierno español que asume sus responsabilidades y que no sigue siendo la muleta de una ocupación ilegal.

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