Marruecos es signatario de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que fue adoptada en 2006 y ratificado por él mismo en el año 2009.

A pesar de esto, saharauis con discapacidad sufren la violencia en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, no solo a través de transgresiones rutinarias de los derechos humanos contra la población saharaui, sino también como resultado de las severas restricciones puestas en ONGs que trabajan con personas con discapacidad.

Marruecos priva a saharauis con discapacidades de oportunidades para vivir una vida digna y que puedan ejercer sus plenos derechos políticos, económicos y sociales. Las pocas organizaciones que prestan servicios a personas con discapacidades saharauis dependen por completo en donaciones de la propia población, ya que no son financiados o apoyados de otra manera por el estado marroquí.

Las razones de esto son totalmente políticas, ya que el estado marroquí nunca apoyaría organizaciones que son pro determinación de la causa del Sáhara Occidental y todas las organizaciones dirigidas a esta tarea de protección de las personas con discapacidad automáticamente caen en esta categoría.

Durante el año pasado, las tasas de desempleo y pobreza entre la población saharaui se han incrementado significativamente, lo que llevo a que las organizaciones de discapacidad ahora se ven obligados a reducir sus servicios o en los peores casos.

Las personas discapacitadas de origen saharaui confirman no solo tener dificultades para acceder a los servicios médicos y de rehabilitación, sino también rara vez tienen acceso a la educación. Como resultado, ellos no pueden obtener empleo pago, que ya es difícil para saharauis. En muchos casos, no pueden llevar una vida digna, forzado a mendigar y pobreza, confiando en la ayuda y buena voluntad de los demás. A su vez esto genera todo un sistema de vulneración de las personas con discapacitadas, siendo a menudo llevados a las más terribles e inhumanas violaciones y otros abusos.

La completa falta de voluntad por parte de las autoridades marroquíes para ayudar a las personas con discapacidades de origen saharaui, no ha hecho más que reflejar la división entre la sociedad. Desde Adala UK Reino Unido, se han llevado varias entrevistas con personas saharauis con discapacidad y representantes de dichas ONGs:

Sidi Mohamad Aluat, Presidente de la discapacidad ONG “Absar Alabama Khayr”, con sede en El Aaiún ocupado dice: “las autoridades marroquíes no nos permiten registrar nuestra organización y no recibimos ningún apoyo de ningún gobierno, debido a nuestra posición política con respecto al estado del Sáhara Occidental y nuestra creencia en el derecho a la autodeterminación. Cuando nosotros exigir nuestros derechos como personas con discapacidad, o nos unimos a las manifestaciones políticas, estos son siempre reprimidos brutalmente por las fuerzas marroquíes”.

Hadad un saharaui con una discapacidad física, declaró que había presentado siete quejas por violencia ejercida por la policía en su contra ante el fiscal del rey marroquí en El Aaiún ocupado, pero no tuvo ninguna respuesta y nunca se investigó.

Housine Nasiri, otro hombre discapacitado, dijo a AdalaUK Reino Unido que tenía presentado denuncias a más de diez oficiales de las fuerzas por atentar contra su integridad física y mental, esto lo presentó ante los jueces en El Aaiún ocupado. Tampoco fueron investigado

Las autoridades marroquíes rompieron por la fuerza las protestas pacíficas de las personas con discapacidad en el Sáhara Occidental, actuando indiscriminadamente, por ejemplo, contra personas en sillas de ruedas, con el pretexto de “mantener el orden”.

Cualquier violación de los derechos humanos comprometido contra personas con discapacidad o cualquier otro ciudadano debería ser, investigado y los responsables llevados ante la justicia. Lamentablemente, los jueces y los fiscales, como hemos visto de las historias anteriores, no investigue la tortura las denuncias y el clima de impunidad, por supuesto, significa que la legislación por sí sola no tiene ningún efecto.

Para que la situación de las personas con discapacidad en los territorios ocupados mejore, es crucial terminar con el bloqueo hacia las ONGs internacionales y organizaciones de derechos humanos y observadores para ingresar al Sáhara Occidental.

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