Un preso saharaui más muere en una cárcel marroquí debido a negligencia médica extrema: 2 muertes en los primeros 34 días de 2015, 9 muertes en dos años
El 3 de febrero 2015 murió Chaihib Abdelhay ciudadano saharaui detenido en la cárcel de Tiznit en Marruecos, condenado a dos años por acusación de derecho civil . Su muerte es la consecuencia de condiciones carcelarias abominables y negligencia médica.
De acuerdo con la información obtenida de otros reclusos por Adala UK, Chaihib Abdelhay tenía graves problemas de salud y fue víctima de malos tratos sistemáticos por parte de los guardias de la prisión. La negligencia médica grave llevó finalmente a su muerte. Adala UK ha conseguido contactar con los detenidos en Tiznit, “ahora mismo, todos los presos están en huelga de hambre abierta, marroquíes y saharauis, en protesta por la muerte del Chaihib Abdelhay y debido a las malas condiciones” cuenta uno de los presos.
La muerte de Chaihib Abdelhay es otro ejemplo del flagrante desprecio de Marruecos por los derechos humanos y el bienestar de la población saharaui.
Hace tan sólo 9 días el ciudadano saharaui Abdul Baqi Aliyen Antahah ha fallecido en la ‘Cárcel Negra’ (la prisión más grande en el Sáhara Occidental) en la ciudad saharaui ocupada de El Aaiún.
Aliyen Antahah murió en la tarde del lunes 26 enero de 2015, en la Carcel Negra, prisión conocida por sus condiciones atroces. Él estaba en la cárcel por un delito de derecho civil. Su muerte siguió a malos tratos atroces. Después de que Aliyen Antahah se negara a aceptar las terribles condiciones de la prisión fue encarcelado en aislamiento, donde fue torturado de forma brutal.
Una fuente cercana a Aliyen Antaha informó a Adala UK de que su aislamiento comenzó el miércoles 21 de enero. El viernes 23 de enero cayó inconsciente. No recibió asistencia sanitaria o médica. Murió tres días después. Abdul Baqi tenia 22 años de edad.
La misma fuente informó de que dos presos que estaban en las celdas junto a la de Antahah presenciaron parte de las palizas brutales y dijeron que fue golpeado en la cabeza y partes sensibles de su cuerpo de una manera salvaje por varios guardias. “Le hemos escuchado suplicando y gritaba de dolor diciendo mi cabeza, mi cabeza”.
Los dos detenidos que fueron testigos de las torturas, el Sr. Jamal Ifli y el Sr. Adda Rabagah, fueron trasladados a un lugar desconocido después de la muerte de Antahah. Una vez más las autoridades marroquíes tratan de encubrir un crimen atroz, que viola todas las leyes internacionales y marroquíes.
El preso político saharaui Hasana El Wali, murió en el hospital de la ciudad ocupada de Dajla el 28 de septiembre de 2014 debido a negligencia médica, había pasado varias semanas en estado crítico después de las palizas y torturas de que fue objeto por la policía marroquí en varias ocasiones y que habían causado un daño grave a su mano derecha.
Hasana fue detenido en enero de 2012 por participar en una manifestación pacífica pidiendo la autodeterminación del pueblo saharaui, en la ciudad de Dahkla. Fue condenado a tres años de prisión por un tribunal marroquí y estaba en la prisión de Dahkla. Su cuerpo fue enterrado en secreto sin la presencia de su familia.
En agosto de 2013, el preso saharaui Mubarak Al-Mutawakkel, murió después de una larga enfermedad, en el hospital Hassan II en Agadir, en consecuencia directa de la negligencia médica, mientras estaba en la cárcel. Al-Mutawakkel, tenía una condena de diez años y fue trasladado con frecuencia de las prisiones de Sale- Rabat y Ait Melloul.
El 5 de mayo de 2013, Mohamed El Burhimi, de 22 años, activista político saharaui murió después de 7 días de huelga de hambre. A pesar de que era un civil, un tribunal militar marroquí lo condenó a 10 años. Él inició la huelga de hambre para exigir un juicio justo.
Adala UK ha emitido varias declaraciones e informes sobre este tema y organizaciones internacionales como Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Centro Kennedy y de hecho el Parlamento Europeo, han condenado las violaciones de derechos humanos cometidas contra el pueblo saharaui por las autoridades marroquíes. El pueblo saharaui sufre debido a las restricciones de libertad de expresión, asociación y movimiento, y a juicios injustos e ilegales en los tribunales civiles y militares y a la tortura.
Las muertes trágicas de estos prisioneros son un ejemplo terrible de la situación desesperada a la que se enfrentan en las cárceles marroquíes. Ellos no tienen esperanza de ser hospitalizados o ser tratados por profesionales médicos. Ni uno solo de los tratados y convenios relativos a las condiciones de los presos y los presos políticos, ratificados por el Reino de Marruecos se respetan.
¿Cuántos presos saharauis tienen que morir en las cárceles marroquíes antes que la Comunidad Internacional tome nota? ¿Cuántos jovenes saharauis más tienen que sufrir antes de que la comunidad internacional se mueve para detener estas muertes? Las Naciones Unidas no pueden seguir tolerando el salvaje comportamiento de las autoridades marroquíes.
El Informe del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria de su visita a Marruecos (9-18 diciembre 2013) – A / HRC / 27/48 / Add.5, no incluyó visitas a los presos saharauis en la Cárcel Negra en El Aaiún, Dajla, Ait Melloul, Tiznit o Inzegan, ni el grupo de trabajo ha visitado las celdas y áreas comunes de las cárceles.
Adala UK publicó varias fotografías tomadas dentro de la prisión, que ilustran las condiciones infrahumanas.
Como informamos en varias ocasiones la mayoría de los presos políticos saharauis están en condiciones de salud extremadamente malas, es imperativo que un equipo médico internacional los vea.
Adala UK insta a la comunidad internacional a intervenir e iniciar una investigación internacional sobre la muerte de los saharauis que murieron durante su detención en cárceles marroquíes. Hacemos un llamamiento a las Naciones Unidas y a todos los Estados miembros para garantizar que los derechos humanos del pueblo saharaui no sean violados, y que el derecho internacional se aplique en el Sáhara Occidental ocupado, incluido el derecho a la autodeterminación.
La vida de estos presos, así como la de muchos otros saharauis que murieron debido a las violaciones de los derechos humanos, no deben perderse en vano.
Las Naciones Unidas deben promover los valores de respeto a los derechos humanos y a la democracia. La ocupación marroquí debe asegurar de inmediato y sin condiciones la liberación de todos los presos políticos saharauis y un nivel mínimo de condiciones a todos los presos en las cárceles marroquíes.