Titulados del Programa de Formación de la OCP han estado protestando pacíficamente para exigir su integración como mano de obra en la industria de los fosfatos en el Sáhara Occidental. El gobernador marroquí de la región de Al-Jalil Dkhil les prometió esto en junio de 2011.

Se suponía que se formaría a 1,300 jóvenes durante dos años, apoyados con una beca que se les ingresaría mensualmente, con el fin de que la industria de los fosfatos les contratase tras completar sus estudios. Este acuerdo fue reiterado por el anterior presidente de asuntos sociales en la región.

No se ha cumplido la promesa de empleo al terminar el periodo de formación y los titulados están actualmente organizando protestas pacíficas. Al mismo tiempo las fuerzas de seguridad marroquíes han comenzado a usar la violencia en una escala sin precedentes para suprimir las protestas. De acuerdo con la información de una organización de desempleados, que que representa al grupo profesional de la OCP, 17 personas han resultado heridas en enfrentamientos con la policía el 28 de marzo, incluyendo a ciudadanos que no participaban en las manifestaciones y que estaban en la calle o en cafés en el momento de las protestas.

Este excesivo uso de la fuerza contra manifestantes pacíficos en el Sáhara Occidental ocupado ha provocado una ola de protestas por parte de varias organizaciones de derechos humanos y organizaciones de desempleados.

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